El protagonista de esta historia es el youtuber sueco Simon Sörensen, creador del canal de tecnología de RCLifeOn. Todo empezó con un regalo. Un amigo cercano de Simon le entregó una Optimus P1, una impresora industrial 3D capaz de imprimir figuras tridimensionales de hasta un metro de altura. ¿Lo primero que pensó Simon? Me imprimo a mi mismo…
Primer Paso
Para hacer una impresión de este tipo lo primero que se requiere hacer es un escaneo corporal. Quizás alguna vez has visto a jugadores de futbol o actores repletos de puntitos en la cabeza y trajes espaciales grabando con pantallas verdes para videojuegos o películas animadas. El proceso es el mismo, sólo que en esta ocación notablemente menos elaborado que en los grandes estudios de Hollywood. El Youtuber sueco utilizó metodologías caseras y costo eficientes: buscó un meetup de tecnología y logró que le hicieran una versión 3D de su cuerpo con un escáner de mano.
Impresión por partes
Debido a que la Optimus P1 solo puede imprimir figuras de hasta un metro de altura, Sörensen tuvo que imprimirse por partes, empezando por las piernas y la cintura y terminando por el torzo y la cabeza. Todo esto proceso tomó hasta 200 horas de impresión. ¡Qué paciencia!
Maquillaje y toques finales
Simon tuvo que pegar minuciosamente su clon parte por parte para luego pulir las uniones para que el aspecto del clon sea lo más realista posible. Sin embargo, quizás el aspecto más complejo que quedaba pendiente era el maquillaje. En esta ocación, el youtuber contó con la ayuda una pintora profesional: su vecina. El proceso de maquillaje y pintura tomo más de una semana. Los complejo de todo el proceso artístico fue lograr que los ojos del molde parezcan vivos y realistas.
La Broma
Sörensen decidió llevar a cabo un experimento social en las calles suecas. Vistió a su clon, le colocó una gorra y lo llevó a la calle con un letrero que decía: "Dame dinero si has tenido que mirar 2 veces". El impacto fue inmediato. Los transeuntes no podían entender lo que veían y muchos de ellos tuvieron que mirar más de una vez para asegurarse que no era una persona real. La mayoría de ellos termino por dejarle propina. Un genio Simon.